hoy tenía que ser.

hace pila de tiempo que tengo ganas.
ayer decía que era otra forma de exteriorizar esta maldita ansiedad que llevo dentro.

domingo, 31 de octubre de 2010

desde un botón a un edificio.

Volví. Fui y vine pila de veces. Nunca dejé del todo la facultad. Estaba constantemente presente en mi cabeza. Siempre decía que iba a dar algún examen, lo estudiaba un poco, pero no lo daba. Entré en el 2005 y en el 2008 empecé a estudiar diseño, entonces tuve que abandonarla un poco.  Lo que cambió ahora es que empecé a ir de nuevo, al lugar físico de la facultad de arquitectura. Lo veo desde otro lado creo...antes los idealizaba, antes amaba al estudiante de arquitectura, ahora los veo como simples mortales y perseverantes. Lo nuevo de todo esto es  que ya soy diseñadora, y ahora quiero ser arquitecta. Digamos, quiero ser una diseñadora que también es arquitecta. 
Me encuentro con un amigo que me dice que lea la nota que puso en su facebook, en una parte los entrevistados dicen: 
"La moda me interesa, pero se asocia al lujo y puede leerse como algo banal. No es así. El lujo real no es nunca banal, es transformador. Lo mismo sucede en la arquitectura."  Jacques Herzog y Pierre de Meuron. 


Los viernes voy a un curso de producción, el primer día de clases, tuve que rellenar un formulario, y después leerlo, así como para conocernos con el grupo:

Nombre: Valeria
Edad: 24
A qué te dedicas? soy diseñadora y estudio arquitectura
Un referente?: no tengo
En una producción qué área te interesa profundizar? Estilismo
Algo que te caracteriza: soy hiperactiva
Algo que te gustaria cambiar de ti: ser menos ansiosa.
Crea tu propia pregunta, (yo le preguntaba a mi compañera de al lado y viceversa), 
mi pregunta: de qué signo sos? 
Ella respondió, géminis.
Yo: ah.
Ella preguntó: moda o arquitectura?
Yo: DISEÑO, desde un botón a un edificio.

domingo, 10 de octubre de 2010

.no están tan mal los domingos.

Anoche ya lo veníamos planeando. El domingo se iba a dar para volver a la adorada feria montevideana.
Estamos en primavera, así que ya estaba permitido. La adorada feria que me trae recuerdos lindos, de cuando iba buscando inspiraciones, de cuando buscaba objetos antiguos y les inventaba una historia, de cuando era marzo. Amo recordar marzo. En esos tiempos iba a sorprenderme con cosas, iba intentando que algo me despierte curiosidad, iba intentando encontrar aquellos objetos que para alguien ya no tenían valor, y quizá en mi encontrarían una nueva supervaloración. Ya en un momento hablé de la resignificación del pasado, tranformada hoy en un nuevo tesoro y de la antigua cotidianeidad. Todo marzo fue de feria y antiguas tazas de té encontradas ahí. Esos fueron mis grandes motivadores e inspiradores ese mes. Parece que marzo pasó hace pila, otras veces me parece que fue ayer.  Hacía mas calor y yo estaba un poquito mas contenta. 
Mis amigas que ayer lo veníamos planeando fueron a otra feria, pero yo ya tenia decidido ir a mi preferida. 
Tampoco iba buscando nada en especial, quería comprar unas telas y ver con qué me encontraba.
A la feria va mucha gente, mucha. Me da un poco de claustrofobia eso, no tengo la paciencia para esperar a que la gente mire y camine lento, yo siempre voy apurada y pidiendo permiso, para llegar más rápido a no sé donde.
Apenas entraba al lugar vi al que me gustaba antes, él también me vio. Estaba recontra segura que no lo iba a cruzar más, y menos que menos en la feria, donde hay muchas muchas personas. Pensé por dentro: puta madre!. Aparte de ir siempre como apurada en la feria, voy por la vereda, por la parte que le da la espalda a los puestos. Así que no tenía escapatoria. Me daba contra la pared a la izquierda, atravesaba y rompía el puesto de la derecha, corría para atrás y atropellaba a la gente...o lo cruzaba. Decidí seguir. Doblé tanto la cabeza hacia el lado contrario a él que creo haberme esguinzado el cuello. Me concentré en unos collares horribles de macramé y el momento pasó. Me reí de mi  y seguí caminando. Pensé en toda la gente desconocida y en toda la gente que te conoce y te mira sin que vos te des cuenta. Todo por un segundo. Continué pidiendo permiso y observando personas. Saludé a dos que conocía y me hice la boluda con un par más, que también conocía pero no quería saludar. Encontré las tacitas que fotografié en marzo y compré unas telas que no sé si me van a servir. Recorrí la parte de los libros sin mirar ni uno y me volví de nuevo por la vereda silbando "la vie en rose".
Yo insisto con esta estación, pero al parecer, en primavera...no están tan mal los domingos.